EL ASIENTO: EL CASTIGO A LOS GORDOS.

Los gordos, además de tener ke llevar a cuestas su enorme humanidad tienen ke cargar con el castigo tácito del resto de los mortales. O a veces no tan tácito. Porque somos crueles y sin querer serlo, a veces. Una gorda que mira con cara de deseo el asiento de la micro altiro viene el pensamiento: esta cree ke porke es gorda hay ke cederle el asiento. Si va sentada es: esta cree ke puede usar los 2 asientos; o si va parada: esta cree ke es invisible, tapa todo el pasillo, por ké no se va para atrás. Pero no puede irse para atrás. Es chistoso pero no para reirse ke fuera diciendo permiso, permiso, hasta llegar atrás.

La wea es ke se castiga por si si o por si no. Si pide el combo agrandado es: por eso estai así, siendo ke uno hace lo mismo. Si vemos a un gordo tomando bebida Light es: puta el weon cínico; si es normal: claro, por eso estai así, apuesto ke too el día toma bebida. Déjame pasar. Y es inconsciente. Y uno tan odioso ke todos tienen algo malo.

Hasta viene una autoconvencimiento de ke: yo estoy gorda pero ni tanto. Tengo ropa XL pero, es ke los chinos hacen la ropa pa niñas anoréxicas. Porke XL no son sólo 2 letras, es todo un puto concepto. Esto de ser tan odioso y ke cualkier defecto del resto es la justificación para, podría decirse, tratar de sentirnos bien con nosotros mismos. Algo muy difícil hoy en día, sobre todo si se es pajero y en algo tan cotidiano y sin importancia como el asiento de la micro, donde todos keremos sentarnos pero el gordo kiere porke va cansado siempre, “si eres gordo es tu culpa, no mía, todos estamos cansados igual”: El Castigo. Como si al gordo le gustara ser gordo, cualkier cosa ke suceda con él es siempre se dirá ke es por culpa de eso, de ser gordo. Castigándolo una y otra vez. El codiciado asiento ke kieres tu usarlo y ke nadie te mire feo ni te ponga las bolsas en la cara, menos las tetas. Bueno, eso último es relativo. Ja!